– El Museo Nacional del Bardo:
Este museo alberga una rica colección de artefactos y pinturas que datan del período púnico, romano y bizantino.
El Museo Nacional del Bardo, ubicado en Túnez, es un museo que alberga una rica colección de artefactos y pinturas que datan del período púnico, romano y bizantino. Entre los artefactos en exhibición se encuentran mosaicos, esculturas y cerámica, entre otros. La colección de pintura incluye obras de maestros como Caravaggio, Van Dyck y Matisse. El museo está abierto todos los días de 9 a. m. a 5 p. m., y los visitantes pueden admirar los tesoros de la antigua Túnez y el arte europeo allí.
– La Medina de Túnez:
esta medina es una ciudad fortificada catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Está lleno de muchas mezquitas, palacios y casas típicas.
La Medina de Túnez es una ciudad fortificada catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Está lleno de muchas mezquitas, palacios y casas típicas. La Medina es un lugar increíble para visitar, ya que ofrece una visión de la vida en el Medio Oriente hace siglos.
– Plaza Jemaa el-Fnaa:
esta plaza es el centro neurálgico de la ciudad de Marrakech. Es animado todo el día y es conocido por sus encantadores de serpientes, cuentacuentos y músicos.
La plaza Jemaa el-Fnaa es el centro neurálgico de la ciudad de Marrakech. Es animado todo el día y es conocido por sus encantadores de serpientes, cuentacuentos y músicos. Es un lugar animado y vibrante, donde siempre hay algo que ver o hacer. Es un lugar ideal para pasear, escuchar música y disfrutar del ambiente único de la plaza.
– Los Jardines Majorelle:
estos jardines son un oasis de verdor en el corazón de Marrakech. Albergan una rica colección de plantas y árboles exóticos, así como un museo dedicado al artista francés Jacques Majorelle.
– La Gran Mezquita de Kairouan: esta mezquita es considerada una de las más bellas e importantes del mundo musulmán. Data del siglo IX y está rodeado de muchas tiendas y mercados.